Porque
un millón de sensaciones ha invadido mi mente y no me deja pensar con claridad.
Porque un montón de emociones me golpean cada noche haciéndome enloquecer por
ti.
Porque
imagino una vida en la que no hubiésemos bifurcado nuestros abrazos, una vida
en la que siguiese anhelando tu aliento.
Porque
echo de menos esas caricias nocturnas que tu miembro ejercía contra mí
acrecentando mi excitación mientras provocabas mis estallidos de placer.
Y
porque en el mundo en el que ahora vivo ya no existen tus ojos ni la luz que tu
sonrisa orientaba hacia mi vida iluminándola como los rayos del sol bañan los
campos de girasoles en verano.
Y
porque sueño con encontrarme de nuevo entre tus sábanas sin mayor preocupación
que la de las horas que pasaban y aceleraban nuestra separación.
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